La energía superficial es un parámetro importante para la caracterización de las propiedades superficiales. Puede proporcionar una imagen útil de la situación energética en la superficie y, por lo tanto, muestra una fuerte dependencia de varias propiedades macroscópicas. Una manera fácil de estudiar tales efectos es el uso de métodos dinámicos. La cromatografía de gases inversa (IGC SEA) es una técnica particularmente adecuada que permite una determinación rápida y precisa de la energía superficial, ya sea el componente dispersivo o la interacción con una sonda polar.